Bienvenido a mi cabeza. No aseguro tu muerte, pero tampoco tu supervivencia. Lo único seguro es que no serás el mismo después de entrar aquí.

Antes de nada debería haceros una confesión...yo soy... Richard Clayderman!!!

Mi nombre es Jango Starlight

Jango Starlight VS Darth Treveron

El Reno Renardo - Camino Moria ¿No es lo más grande que habéis visto? XD

sábado, 23 de febrero de 2008

Historia para no dormir nº2

Soy el doctor… mi nombre no os importa… y os voy a contar una historia que me pasó hace poco tiempo en la galaxia de enfrente.

Estaba yo en el hospital donde trabajo y se me ocurrió ir al baño porque me había tomado un laxante anteriormente que me estaba empezando a hacer efecto. Bajé al quiosco de abajo y me compré toda clase de revistas porque sabía que iba a tardar.

Cuando salí, parecía que había ocurrido una catástrofe. Todos los pasillos estaban inundados de sangre. Subí corriendo a la planta de donde procedía aquel líquido rojo lleno de glóbulos por todas partes y encontré al causante. Era un niño que parecía haber tenido un grave accidente. Mis compañeros son tan estúpidos que no fueron capaces de taponar el escape de sangre hasta que yo llegase. Sin esperar más de diez minutos le hice una detallada inspección y después de comentarlo un rato con mis compañeros (a parte de comentar el partido del día anterior) decidimos que había que hacerle una transfusión de sangre porque el pobre chaval estaba ya más seco que mi abuelo, en paz descanse. Pero me encontré con un problema, sus padres eran testigos de Jehová y el chaval también y no quería que le hiciese una transfusión de sangre porque pensaban que eso sería vivir con la vida de otra persona. No sabía que hacer, tenía las siguientes opciones:
- No hacerle la transfusión y dejar que se pudra.
- Hacerle la transfusión y no decírselo a los padres.
- Hacerle la transfusión y decírselo a los padres.

Me fui a mi casa a meditarlo con mis peces. Si no le hacía la transfusión me sentiría como un asesino. Si la hago y no lo digo tendría remordimientos que no me dejarían dormir durante... diez minutos, y si se lo decía a sus padres podría meterme en problemas. Al final decidí hacerle la transfusión y decírselo a sus padres después.

Tuve que explicarles un montón de cosas para calmar a los padres que querían matarme. Salvé mi empleo por hacer bien mi trabajo, salvar vidas, pero no pude salvar a los padres, le puse al chaval sangre del líder de una secta satánica, se volvió loco y mató a sus padres.

Ahora estoy exiliado en el planeta de los simios donde nadie me reprocha lo que hago.

PD: Este relato fue presentado íntegramente como un trabajo de ética de 4º de ESO en el colegio Inmaculada Jesuítas de Alicante durante el curso 2001/2002. No me suspendieron.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja de verdad presentaste esto como un trabajo?????? jajaja

Besotes!

Vorian dijo...

Wow

Pues es un tema complicado yo misma estaba pensando que no deberia hacer la transfusion...

pero tu manera de narrarlo le quita seriedad XD

Tréveron dijo...

aun queda algun botecito con sangrae de esa? *_*

Vorian dijo...

Alo???

Hay alguien en casa???

Anónimo dijo...

Jajaja, mucho cariño te tendrian como para no suspenderte por esto......es una paranoya gorda....DE ACUERDO!!!! pero lo dire solo una vez...mola!

Raquel ♪ dijo...

acabo de descubrir tu blog y ya me he partido la caja unas cuantas veces... creo qe me voy a pasar a menudo :3

Duermevela dijo...

o.O

Y yo que paso por aquí porque me dio curiosidad cuando Miri te citó en su blog...y resulta que tu escribes historias sobre la gran pregunta de los médicos: transfusionamos, o no transfusionamos?¿

Meditemos.


Me hace bien pasarme por tu blog, me parto con solo la primera entrada. Tendrás noticias mías a menudo xD

Duermevela dijo...

...y era una amenaza



(risa maligna on)



BWAJAJAJAJAJAJAJAJAAJAJA



(risa maligna off)

Aprovechando que soy Richard Clayderman... ¡qué grande, joder!

Si Matt Groening me hubiese creado, sería así de sexy